Corresponsabilidad y Teletrabajo

26 May 2020 Language : Spanish

En estos últimos meses, desde PWN Bilbao estamos desarrollando seminarios online que tratan de dar respuestas a algunas de las necesidades y retos que estamos viviendo. En el último que acabamos de desarrollar, Josetxu Riviere (Berdinatsun) nos ha ayudado a analizar los retos de la “Corresponsabilidad y el Teletrabajo” en estos tiempos de COVID 19.

España no es un país acostumbrado a teletrabajar, antes de la crisis únicamente lo hacía de forma ocasional el 7% de los trabajadores. De forma brusca nuestra realidad se ha transformado y nos hemos encontrado confinados en nuestros hogares, intentando conciliar las demandas de nuestras empresas con el cuidado de los niños, el hogar, los deberes. Una complicada situación en la que se mezclan la preocupación sanitaria con la económica, y en la que la corresponsabilidad y la conciliación se hacen más necesarias que nunca.

Nuestro modelo de conciliación familiar en Euskadi ya evidenciaba carencias, las mujeres realizan el 75% de las jornadas de trabajo a tiempo parcial (Emakunde, 2019) y solicitan el 92% de las excedencias para cuidado de hijos (Emakunde, 2017). Para la mayor parte de los hogares la compatibilización de la vida familiar y laboral se sustentaba en colegios, guarderías y la generosa ayuda de los abuelos. La pandemia ha barrido todos estos soportes y nos enfrenta a la incertidumbre de cómo organizarnos en los próximos meses, de cómo construimos la “nueva normalidad” garantizando que las mujeres no sean las víctimas de esta crisis teniendo que renunciar a su presencia en el mercado laboral.

Han pasado poco más de 2 meses desde el comienzo de esta situación y ya se empiezan a realizar algunos estudios. Los primeros datos marcan una tendencia nada halagüeña para las mujeres. Apuntan a que son ellas las que están asumiendo mayoritariamente el seguimiento escolar de los hijos, realizando el teletrabajo de madrugada con un considerable incremento de la ansiedad y el stress. Los varones en cambio están implicándose de forma mas importante en las tareas que suponen la ocupación de los espacios públicos: las compras y los paseos de niños y mascotas. 

La misma tendencia se está constatando a nivel internacional. Una reciente publicación recogía que en estas semanas de teletrabajo en USA el colectivo de los investigadores varones está incrementando su producción de publicaciones, mientras que sus colegas mujeres han visto reducida su producción en un 50%. Son las mujeres las que han incrementado de forma significativa sus horas de dedicación al hogar y al cuidado de los hijos, en detrimento del tiempo de dedicación a su labor profesional. 

En este contexto Josetxu Riviere nos advertía del riesgo del ESPEJISMO de la IGUALDAD como algo ya conseguido, y nos proponía la necesidad de actuar a todos los niveles: Individual, empresas y administraciones.

A nivel individual, necesitamos dejar atrás el estereotipo de éxito y de triunfo social basado en un modelo esencialmente masculino y redefinir los roles asignados culturalmente a cada sexo. Reconquistar y compartir los cuidados, los afectos, la crianza y la esfera pública son necesidades urgentes para nuestra “nueva realidad social”.

Las organizaciones tienen la oportunidad de aprovechar la irrupción obligada del teletrabajo para acabar con modelos tradicionales, basados en el presentismo y en la exigencia de disponibilidad permanente. 

Será necesario que las empresas cambien su mirada hacia las políticas de conciliación pasando, de ser una limitación para el desarrollo del trabajador que la ejerce, a considerarla una inversión estratégica para la empresa. Son diversos los beneficios que pueden suponer para su funcionamiento: mejoras en la productividad, fidelización y reducción de costes de rotación.  

Sindicatos, colectivos de autónomos y redes sociales están ya elevando su voz pidiendo con urgencia a Administraciones y Empresas la puesta en marcha de medidas que ayuden a que hombres y mujeres puedan compatibilizar su actividad profesional con el cuidado de sus familias.

En el diseño de esta “nueva normalidad” nos jugamos no solo la recuperación económica, sino también el avance hacia la construcción de una sociedad más igualitaria en la que hombres y mujeres podamos vivir más plenamente.

We use cookies to ensure you get the best experience on our website. Learn more.

I accept cookies from this site